El 9 de noviembre comenzó en Santa Marta, Colombia, la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). El objetivo del encuentro es fortalecer la asociación entre ambas regiones y buscar soluciones conjuntas en los ámbitos económico y de seguridad.
Los temas centrales de la cumbre son el desarrollo de la cooperación económica y la lucha contra el crimen organizado, la corrupción, el narcotráfico y la trata de personas. Las partes discutieron la creación de una alianza en materia de seguridad que garantice la coordinación entre las policías, los sistemas judiciales y las aduanas de los países miembros. Se planea la realización de investigaciones conjuntas, el control de los flujos financieros y la recuperación de activos de origen ilícito. También se trata de ampliar el intercambio de información, intensificar la lucha contra el contrabando, la trata de personas y los delitos ambientales.
La Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, declaró que la Unión Europea tiene la intención de expandir su programa de protección de las rutas marítimas para mejorar la eficiencia del intercambio de información y el combate a la criminalidad marítima.
La cumbre se desarrolla en un contexto de creciente tensión entre Estados Unidos y varios países latinoamericanos. El detonante han sido las operaciones de Estados Unidos contra presuntos narcotraficantes y la presencia de buques de guerra estadounidenses en el Mar Caribe. En palabras de Kallas, el uso de la fuerza solo es permisible “con fines de legítima defensa o con base en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó al líder venezolano Nicolás Maduro de proteger a narcotraficantes, y al presidente de Colombia, Gustavo Petro, lo tildó de “capo de la droga”. En respuesta, Petro condenó las acciones de Estados Unidos, calificándolas de “ejecuciones extrajudiciales”.
En la cumbre participaron menos de diez jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez; el presidente del Consejo Europeo, António Costa; y el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Johann Wadephul. A pesar de la representación limitada, el encuentro es visto como un paso hacia el fortalecimiento de la confianza y el desarrollo de la cooperación entre Europa y América Latina.
