En un fallo histórico, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Bolivia ha ordenado este miércoles dejar en libertad a la expresidenta Jeanine Áñez. La Sala Plena del tribunal decidió anular la sentencia que la condenaba a 10 años de prisión en el caso conocido como “Golpe II”. El presidente del TSJ, Romer Saucedo, fue contundente al anunciar la medida: “Se dispone la libertad en el día”, señalando que la resolución debe ser ejecutada de inmediato por el juez de ejecución penal en La Paz. La decisión se basó en que durante el proceso original se cometieron “vulneraciones al ordenamiento legal vigente y a los derechos” de la expresidenta. El magistrado Carlos Ortega, ponente del auto supremo, confirmó que la anulación de la sentencia conlleva también la absolución de Áñez. Las autoridades penitenciarias ya han manifestado que, una vez reciban el mandamiento de libertad, procederán a ejecutarlo de forma inmediata.
Un paso hacia la libertad, pendiente de otros procesos
Sin embargo, la libertad no es incondicional. Saucedo aclaró que la medida se aplica “siempre y cuando no esté detenida por otro delito”. La expresidenta fue encarcelada en 2021 y condenada en este caso por los delitos de resoluciones contrarias a la Constitución e incumplimiento de deberes, tras asumir la presidencia en 2019 en medio de un vacío de poder tras la renuncia de Evo Morales. Ahora, el fallo del máximo tribunal judicial boliviano marca un giro radical en uno de los procesos judiciales más emblemáticos de los últimos años.

